26 jun 2015

Revista Ombligo

En Noviembre del 2012 contacté a Antonio Flores Schroader (Ciudad Juárez, 1975), escritor, periodista y editor Chihuahuense, para enviar a dictamen dos poemas en la revista que él fundó:

 

      La Revista Ombligo fue un proyecto libre y hermoso de difusión literaria en Internet, accesible para el público en el portal www.revistaombligo.com. Si se busca en este blog (si alguien algún día lo lee), hay repetidas entradas, e incluso una etiqueta utilizada varias veces, referentes a la reva. Este proyecto servía como plataforma y enlace de difusión del movimiento "Escritores por Ciudad Juárez" así como de la labor literaria y periodística de distintos países (México, España, Argentina, Colombia, Brasil...).

     Cuando le envié el archivo, recibí respuesta a las pocas horas. El editor, Antonio, para mí un desconocido entonces, no sabía si señor o joven, me respondió de manera muy atenta que publicaría una parte ese miércoles 21 de Noviembre del 2012 -"Azul"- y me propuso colaborar semanalmente con ellos. Para el siguiente miércoles estaba "Eso que revienta" colgado en el portal y así se vinieron muchas más colaboraciones ("Rematriación", "Metro-I", "Mr. P"...).

     Hace aproximadamente un año, el sitio cambió de diseño, se propuso una edición impresa internacional (Umbigo), se extendió el número de colaboradores. A mi parecer, aunque la intención era buena, se llevó a una sobrepublicación tal en la plataforma digital que, de alguna forma, la totalidad de la revista era inabordable. Se perdieron los textos hasta entonces publicados pero se empezó de nuevo. El diseño reciente era más formal. A esta nueva etapa correspondieron otras colaboraciones ("Sobre todos los besos que no le di a Ximena", "Manual de buena fe" y "Ausencia de Equis").

     Pero, ¿qué es lo importante de esto? Si no se trata de mamonear, ¿por qué menciono mis textos? Porque una publicación como ésta, editores así de comprometidos, personas que nos den una mano, que nos brinden un espacio, son rarísimos de encontrar y es totalmente plausible su labor. En todas esas colaboraciones -de alguna me arrepentí en su momento, incluso-, nunca se me señaló ni vetó nada. A veces, Antonio tardaba más en contestar por la cantidad de trabajo pero jamás me puso un "no" como respuesta. Todo lo que envié fue publicado.

     Es reconfortante corroborar cómo hasta hace unos meses -mi última publicación en Ombligo fue en enero-, una revista así de seria brindó un espacio a un pobre escritor emergente sin nada de renombre, mínima difusión y, por mejores características, medianamente malo y arrogante, durante tanto tiempo.

     La reva desapareció el pasado 19 de Junio. En su fanpage apareció la nota de despedida y el sitio se cayó. Si siguen el link, verán que ahora está en venta el nombre de dominio. La otra editora cofundadora, María Carvajal, desde España, dio en la nota un breve recorrido técnico por la existencia de la Revista, desde Mayo de 2012 hasta el momento de su cierre, con más de 5 editores en diversas latitudes del mundo. Al igual que ella, con afán de perdurar el oleaje que ya la Ombligo comenzó con nosotros, los invito a conocer proyectos alternos e individuales del mismo Antonio Flores Schroeder, de María Carvajal, de Natalia Litvinova, de Camila Charry y de Renata Vázquez. Asimismo, recuerdo que cuando llegué al sitio había un poeta de Tijuana en el comité, más o menos de mi generación, a quien ya antes había leído en la misma reva y que, particularmente, siempre me ha parecido muy bueno: Johnnatan Curiel.

     Sin más que decir, con bombos y redobles bien merecidos para Antonio y María, los tres años de existencia de la Revista nos dejan un gran sabor de boca. Hacen falta más revas como la Ombligo, que nos permiten abordar la chamba de gente tan hábil y desconocida. Lamentablemente, un día, como casi todo lo que anda en línea, tendrán que quedar offline.

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