18 feb 2014

Las diez mil razones por las que AMO la LITERATURA



-Porque sigo siendo un ñero después de pinchesmillibros. La viva prueba de que todo es mentira.

-Porque me vale verga cuántos leo al año, o si no leo, ahí está siempre y nunca, nunca, me dice el noticiero cuánto leo.

-Por lo contrario: si no leo, me angustio, me deprimo, me siento tonto; si leo, me fascino y una crítica me dice cuánto leo. Pero ésas son estupideces

-Por algunas estupideces

-Porque ésta de a de veras es leña, leña, ¡leña! Nunca te falla, es incorregible en su insistente benevolencia, nunca se aburre, nunca se queja, ni en el hospital. Pueden partirte tu madre y un Alianza Cien de los pequeños seguirá metido en tu bolsa trasera cuando un asqueroso policía te esculque.

-Puedes cagarte en setentamileruditos de la boca máxima y pura que ladran demasiado sobre su importancia para inmediatamente después saber que no sólo les entendiste sino que de verdad son pendejos, y pensar que bien eres a veces ese otro lado, o podrías serlo, o nunca, en falsa pose de defensa de las letras, pero lo que más importa es contrariarlos porque nunca, nunca, eso será la literatura, nunca, ni mierda de lo que digan, de lo que nadie diga, será literatura. (Acántra un lar común, ñero: su discurso está superado).

-Porque gracias a la literatura mi discurso siempre estará superado como si cargara al hombro una Espantosa Equis

-Por eso, por cierto, porque es el fracaso absoluto, el gran, gran, gran triunfo, donde está garantizada la superadísima línea discursiva que tu espectro imbécil y adormilado –o feliz y chispeante­– ronda pero no puede alcanzar.

-Porque es tan puta, tan chingona, tan digna, tan chida, tan la banda, que hasta pueden leer los policías

-Porque un culero, como miles de frustrados apagados e idiotas profesores de Licenciaturas entre Creación, Lingüística y Literatura, se burló de todos nosotros cuando entramos a Letras diciendo «¿No que amaban la “LI-TE-RA-TU-RA”?», mientras envidiaba nuestra resplandeciente y bonita y perpetua perra vida dispuesta a entregársela toda, todita, a la poesía cargada de lo que fuera, LO QUE FUERA.

-Porque me cago en la leche si no hay tantas literaturas como libros en el mundo multiplicados por las cabezas en el mundo multiplicados por las neuronas de las cabezas del mundo multiplicadas por todos los mundos desde la existencia humana si, y sólo si, le creemos a la Ciencia (ésa sí con Mayúsc)

-Porque la podemos poner con letra chiquitita, y se la siguen pelando.

-Porque aunque uno sea un mal escritor, jamás estará fuera de la literatura. La lite, como Paloma y  Jaime al Gato, Caifán mayor, te da chance, porque la tensión de London es eterna. 

-Porque siglos antes de la marihuana, un libro me llevaba al cielo, el cine, el amor, cana, el infierno, la cama, la calle, y siglos después de la marihuana, un libro me lleva al cielo, el cine, el amor, cana, el infierno, la cama, la calle…

-Porque hasta los polis pueden leer.

-Porque en los añorados tiempos fresas, en los días pedantes, en borracheras de fiestas ajenas, en las silenciosas calles alunadas de ojo roto, en los carnavales de Tepoztlán, de mesero, de empacador, de jitomatero, de librero, de telefonista, de garrotero, de vendedor ambulante, de chalán de albañil, de colador, de lanzador de discos en un campo de tiro, de robot que acumula hoja tras hoja de libros para CETEC en una imprenta pirata, de gritón en los camiones, de papelero, de taquero, de preparador de hamburguesas que no son de Hamburgo y Papas de Francia que no son francesas, de hijo del dueño, de hijo del papá, de cibercafetero, destudiante, de investigador, de ratero, de putón, de machón, de baboso, de burlón, de nini, de mamón, de culero, de pobre pendejo, la lite siempre me cae poca madre, siempre me entra como anillo al dedo (¿de quién? [¿el anillo o el dedo?])

-Porque la dejo cuando me da hueva y jamás hay pedo.

-Una liebre negra cae al precipicio

-Los polis pueden leer

-Hermosa como un foco que se funde

-Los polis leen

-Un miedo callado

-Lee

-Un silencio temeroso

-O te mato
-
-Porque si el núcleo de nuestra oración es el verbo ser/tar en tercera persona, y el sujeto es una frase sustantiva con un núcleo “literatura”, cuyo adjunto es el artículo “la” y tiene como complemento de atributo (atributivo) otra frase sustantiva donde reposa como núcleo la bella y hermosa Lupe, que es algo así como, como, como… Beatriz; es decir, si en este sintagma nominal se encuentra como núcleo “poesía” y su adjunto es otra vez el determinante “la”, para qué nos hacemos pendejos, si todos sabemos copular (Ser[-]es copulativo[-s]):

-la literatura es la poesía.
   (como dice Huerta)
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