23 feb 2017

Punto de partida 201

Acaba de salir hace un par de días el nuevo número de revista Punto de Partida de la UNAM. En él, se incluyen como introducción "Del árbol genealógico" cuatro poemas de Francisco Martínez así como el trabajo de trece poetas nacidos en los 90, entre los cuales se incluyen tres poemas de La tierra que nos dieron. Les dejo los links y la lista de autores, tanto de textos como de gráfica, incluidos con su respectivo link. Ojalá les guste tanto como a mí.





DEL ÁRBOL GENEALÓGICO


TRECE POETAS (1990-1998)

EL RESEÑARIO

T.A.C.O.

4 feb 2017

Texto sobre Mariana

"Mata a tu ídola", el texto que escribí el año pasado sobre la chamba de la poeta morelense Mariana Rodríguez, particularmente de su libro Kill your idols, se publicó recientemente en el no. 6 de Operación Marte. Los invito cordialmente a echarle un ojo a esta edición donde encontrarán, entre otros trabajos, textos de la también poeta Andrea Alzati y unos artículos e imágenes que rozan varios géneros y, muy de Operación, giran en torno a temas punks.


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25 dic 2016

La tierra que nos dieron - Editorial El Ojo

El pasado jueves, 15 de diciembre, participamos en el arranque oficial de Editorial El Ojo, que es una de las facetas de El Ojo. Arte, Cultura & Comunidad con las cuales desarrolla gestión y difusión de distintas disciplinas artísticas. La editorial digital abrió su catálogo con tres libros de poesía hecha en Morelos, cuyos autores participamos en su inauguración junto a la banda Keynight del D.F.


Los libros presentados fueron:


CON-Figuraciones de Alberto David Cerqueda, poeta morelense, autor de Los díaz azules (ed. Simiente), quien ahora presenta una conjunción de poesía visual entre la que cabe hacer mención del magnífico poema La caja de Harry Houdini, disponible en la página del ojo (www.elojo.mx) para su compra desde diversas plataformas.


Trilogía del ruido: agua madera y fuego de Jerónimo Emiliano, ya reseñado (y bautizado) en la columna "Non-Plus Mafia!". Aquí el poeta de Huitzilac presenta tres poemas de largo aliento -poemas de poemas- surgidos a partir de una técnica de écfrasis basado en tres discos instrumentales. El libro está disponible libremente para su descarga gratuita en la página.


La tierra que nos dieron, de mi autoría, un libro que costó alrededor de tres años de trabajo entre escritura de poemas por aquí y por allá. Al final, todos concordaron en la colección que lleva por título un nombre muy cercano a Rulfo. El libro lo encuentran para su libre descarga en la página de El Ojo.


De "Hereda esta tierra que sueñas", la primera parte del libro, se desprende Sidro.

SIDRO

Cuando era pequeño,
no teníamos actividades de familia en domingo;
sin embargo, de vez en cuando
no nos importaba atravesar la ciudad
para comer los mejores tamales
que se han hecho sobre la tierra.
Esos domingos en que íbamos al lejanísimo Tlahuapan,
mamá nos levantaba temprano,
mis hermanas se arreglaban y yo hacía lo mío.
Ya bien peinados, tomábamos la ruta
afuera de la unidad militar.
Íbamos al puesto de doña Mari,
que era mi tía Sidronia,
pero no le gustaba su nombre.
Mamá era tan feliz con su prima,
y nosotros tan felices con sus tamales,
jugando con sus nietos.
Doña Mari nos alegraba la vida a todos
y eso que la vida de tamalera era muy dura.
Fue precisamente ella
quien se vino del Terrero a Xochitla,
después a Iguala y finalmente aterrizó en Morelos.
Ella se trajo a mamá y la enamoró de estos pueblos.
―¿De qué vas a querer, mi niño?
―Ya se comió tres, ya no le des.
―Déjalo que se coma otro, mi niño.
Atole de masa con un pedazo de piloncillo.
Eso era antes, hace muchos años se acabó la venta.
Enfermó, vivió una temporada por aquí, otra por allá.
Siempre recuerdo su sonrisa y el diente plateado.
Ya nunca me dirá mi niño.
El informe es claro:
La enferma pasa al pabellón general del hospital
para que se despidan sus familiares.
No iré a verla, tendría que atravesar la ciudad,
pero no iré a verla.
Después de niño ya no volví a estar tan cerca.
En los siguientes días, se perderá con ella
la receta más dulce del mundo,
que no es la de los tamales
sino la de alegrar la vida con maíz y magia.
Se detiene la lupa en un momento de mi infancia.
Ya no comeremos los tamales más ricos
que se han hecho sobre la tierra.

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24 oct 2016

Estreno columna en Operación Marte

La reva Operación Marte me abrió un espacio en su edición impresa para publicar el texto sobre Mariana Rodríguez que puse antes por aquí en una entrada, así mismo, me invitaron a colaborar como parte de la edición, más formalmente, a través de una columna y publicaron 4 poemas, un adelanto de La tierra que nos dieron, próximo a presentarse en el exD.F. con la editorial El Ojo Lleno de Ruido. Decidí que, ya que abundan las revas online, los columnistas y estas cosas que nadie lee, mi espacio serviría para hacer una "contramafia", una mafia de los compas que he conocido en el camino, que respeto, que se han hecho buenos amigos, y que, quizá, no han sido necesariamente bien ponderados por el medio. Tampoco creo que importe mucho, ni siquiera creo que lean esta entrada o la columna misma, pero la intención está.

Estreno columna y se llama Non-Plus Mafia!.

Estreno columna y el primer texto trata de mi compadre Jerónimo Emiliano, con quien estaré el próximo jueves, 27 de octubre, en la radio estatal de Morelos, a las 4:00 p.m. (102.9 FM en Cuerna, 100.5 FM en Jojutla, 90.9 FM en Yautepec y 1390 AM en Cuautla) anunciando el próximo evento, al cual me invitó, y que consiste en una lectura breve por ahí en la seuncdaria técnica de Santa Catarina, Tepoztlán el próximo lunes, 31.

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30 ago 2016

PAPÁ

Tus discos de Mike Laure,
del Acapulco Tropical,
de los Teen Tops.
Voz azul tendida sobre los campos de pápalo,
en la pista con Bienvenido Granda,
en las tiendas con Julio Jaramillo,
en las juventudes como dunas furiosas en Iguala,
al ritmo de Ray Conniff y La Santanera.
El pago de tu voz fue una despensa
y un racimo de secretos revelados en Tasqueña
al salir del centro comercial.
Y tú, tan de vender periódico;
y tú, tan de gelatinas, tan bolero, tan comerciante del tren;
y tu Club de Leones y tu cruzar el río en el fuego de Guerrero;
y tus nanches, tus guamúchiles, tus jumiles y tus huajes.
Miro tu rostro y entre dos espejos
un vaso de mezcal del bueno se multiplica.
Te amo, vértigo de nostalgias,
vorágine nocturno del refrigerador,
con el calor de Infiernillo en el pecho
y una luz como el sol de Iguala,
noctámbulo de estos pueblos.
Mi Teniente, a sus órdenes, aquí estamos.

Juan Andrés Herrera
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