23 may 2014

XVI Premio Universitario de Poesía "Décima Muerte" 2013 - "Canción de Ananda"


Recientemente, entré a quirófano por segunda ocasión. En diversos sentidos, esto te da pa' abajo, pero también el hospital es uno de esos lares donde espabilas o espabilas. Tienes demasiado tiempo fuera de tu convención de uso habitual de éste (así caigas un solo día)..

     Salí con intención de acelerar ciertas lecturas, ya que, por salud, abandoné una vez más el semestre; con intenciones de escribir mucho sobre un poema que me ha dado revueltas en el cráneo; de fumarme un toque moderadamente -claro está-; y de reponerme porque necesito regresar a trabajar. Este aspecto, el económico, era el más urgente de cubrir. Sin embargo, a la semana de mi reposo, recibí varias llamadas de un número del D.F.. Personalmente, no quería saber más de La Ciudad, ni de CU por ahora. Aquél no era un teléfono de mis amigos; además, por estar yo en reposo, o en roaming mi teléfono, no alcancé a contestar o no entraron algunas de las llamadas más que como aviso. Por fin, un día contesté y era para informarme de que salí premiado en el Décimo Sexto Concurso Universitario de Poesía "Décima muerte". 

     Este premio se enmarca en los festejos de la Megaofrenda del Día de Muertos en CU y lo entrega la DGACU (Dirección General de Atención a la Comunidad Universitaria) de la UNAM, junto con el de Fotografía "Muerte Instantánea", de Cuento "Letras muertas", de Arte Postal "Post-Scriptum", de Crónica "Tiempo Muerto" y de Entrevista de Hijos a Padres "¿Cómo se pasa la muerte?". Aunque me emocioné demasiado, mi tendencia era no acudir a la premiación, tanto por la cirugía como por esa solemnidad en torno a la poesía, las premiaciones y las universidades, pero, en fin, el día 21 de Mayo viajé de nuevo a la Ciudad Universitaria con mucho cuidado y acompañado de mis padres. Como no informaban vía telefónica del lugar obtenido, por fin me enteré de mi primer lugar.

     No puedo más que decir ¡Muchas Gracias!: a quienes definitivamente no vienen a este blog a leerme, a los únicos 2 ó 3 que eventualmente entran, a mis compas y mi familia, que, a pesar de tener cosas que hacer, siempre me regalan un hueco para escucharme o leerme cuando les paso un impreso. Sobre todo, a los Tajo y la Revista Ombligo que han dado un espacio a mi obra y me la mentaron cuando fue necesario. El dinero cayó como anillo al dedo. En mi apatía, pensaba sólo en esto y me fastidiaba en cierta forma la idea de una premiación... pero salí más emocionado que nunca y entendí que eso es, más bien, lo que no olvidaré porque el premio, como sea, se irá en corto. ¡Salud!



http://www.tucomunidad.unam.mx/act_2014/premia_ofrenda_13.html

Canción de Ananda

Cómo me cantarías sino muerto
Gilberto Owen

a Alejandra Pizarnick, Gabriela Mistral y Concha Urquiza

Ananda juega con un cuchillo sobre la hamaca,
descansa como un puño de gas al filo del universo.
Lentamente flota en un oscuro inmemorial
como el lomo de los montes de mi pueblo
o el jugo que corre sobre las calles mexicanas
de Roberto Bolaño, nunca bien ponderadas.

Ananda bifurca su lengua y recorre
con las dos puntas su cara de arriba a
abajo, de abajo a un lado, de un lado
a la espalda. Ananda quiere bailar
como en los fotogramas de los treintas
a acuchillar el aire y rebanarle destellos
de luna a los ojos de algún mortal.

En el alféizar parece que cae la luna
como una película surrealista
y Ananda sabe que está perdiendo la cabeza
en la entrada del cielo donde llueven,
pedacito a pedacito, jugosos
retazos del Dios muerto,
manjares para vomitar las vueltas en la tierra.
No quisiera alterar su imagen,
pero debe cortar los cabellos
para que no coman el cerebro
negro como una bilis antigua.
Ananda se retuerce y vomita
sobre el suelo un polvo verde más ligero
que el aire, aspira fuerte y regresa a su hamaca.

Ananda juega con un cuchillo,
mira por la ventana, quiere bajar a la calle
pero tiembla al pensar en salir, se levanta,
cuchillo en mano, y ataca
el reflejo de cristal en la ventana abierta.
Punza al aire la muñeca dislocada.
Ananda, luz de papel envuelto en llamas,
humo de muertos, ir y venir de la ansiedad
por los brazos y las arterias,
¿dónde se esconde otra Ananda en tu cabeza?

Tum, tum, tum, un gong en off adentro.
Vamos a rechinar los cocteles químicos de tus orejas.
Muérdete las manos,
desdóblalas en tres, en cuatro;
yo te conjuro con la fuerza de los caballos asustados
y de las ráfagas celestes.

Ananda en una mueca mira al mundo como una fiera.
Gira, gira, el espejo adentro de su cabeza,
Ananda-puma
Ananda-piedra
Ananda-nunca
Ruido de toros furiosos sobre la arena,
soles como dunas violentas sobre Iguala.

Ananda en un cuchillo mira arder los muertos
de la mañana, del sueño tenebroso
de volver a abrir los ojos y juega
a no querer aceptar el frío en el pecho,
la quemazón del estómago a la garganta,
la mano desconocida que a media calle llama
y no, no es un sueño, es un asalto,
un mal recuerdo, una palabra que ha caído
atrás de ti y que alcanza a susurrarte
su última vibración, su mínimo rasgo,
tu glotis muerta, tu emperrada oclusión
que la ha dejado callarse como un beso en francés,redondo,
cual rebanada de cuchillo en mexicano,

                                       filoso hasta la punta.




J. Andrés Herrera

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2 comentarios:

  1. Excelente bien merecido el primer lugar. Creo que todos tememos algo de Ananda muy adentro

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  2. Muchas felicidades, Andrés. Más que merecido el premio. Yo participé en el de cuento, pero nunca me enteré de los resultados :c Deseo que tu salud mejore y que la escritura siga brotando como hasta ahora, un abrazo.

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